Dear Holy Family Brothers and Sisters:
In 2024, we, the Church of the Holy Family, will turn 50. We have so much to be proud of. We have so much yet to do.
As the world around us is changing fast, we are also changing. Fast. We are becoming Catholic Missionary Disciples. We are uniquely multi-cultural, and proud of it. We are learning to share our faith. We have more people in more leadership positions than ever before. More small groups. More serving the poor. A renovated church. Clearly, we are investing in God’s Plan!
Preparing to keep up with God’s pace of renewal is our practical challenge right now.
This involves each disciple’s challenge to be a good steward. We have raised $2.3 million in Changing Lives Together for capital campaign expenses (parking lot, church renovation, and evangelization). We now need to strengthen our offertory giving that provides for the growing, daily operations of the whole parish.
As disciples, we recognize that all we have received is from God. We are called to boldly invest our personal resources for the sake of God’s Kingdom and to do so with confidence that God will bless our generosity. As Scripture teaches: “Whoever sows sparingly will also reap sparingly, and whoever sows bountifully will also reap bountifully.” (2 Cor 9:6).
I am specifically asking you to do two things:
Pray. Ask God: “What can I/we promise to contribute on a weekly, monthly or annual basis?”
Make this pledge a commitment, preferably through an automatic deduction from your bank account or credit card.
I believe God is making Holy Family an example to the larger churchand our community that “life-changing-faith” accomplishes great things. This work is not easy; often the greatest blessings are the ones that cost us the most. This is the way love works.
Sincerely,
Fr. Bob
Pastor
Queridos Hermanos y Hermanas de Holy Family,
En el 2024, nosotros, Church of the Holy Family, cumpliremos 50 años. Tenemos mucho de que estar orgullosos. Aún tenemos mucho que hacer.
Como el mundo que nos rodea está cambiando rápidamente, también nosotros estamos cambiando. Nos estamos convirtiendo en Discípulos Misioneros Católicos. Somos excepcionalmente multiculturales y estamos orgullosos de serlo. Estamos aprendiendo a compartir nuestra fe. Tenemos más gente que antes en puestos de liderazgo. Más grupos pequeños. Servimos más a los pobres. Tenemos una iglesia recién renovada. ¡Claramente estamos invirtiendo en el plan de Dios!
Prepararnos para mantenernos al ritmo de la renovación de Dios es prácticamente nuestro desafío en este momento.
Esto involucra un reto para cada discípulo para ser un buen administrador. Hemos recaudado $2.3 millones en Transformando Vidas Juntos para gastos capitales de (repavimentación del estacionamiento, renovación de la iglesia y evangelización). Ahora tenemos que fortalecer lo que damos en nuestra ofrenda que es lo que prácticamente nos provee para el crecimiento y para las operaciones diarias de toda la parroquia.
Como discípulos, reconocemos que todo lo que hemos recibido proviene de Dios. Estamos llamados a invertir audazmente nuestros recursos personales por el bien del Reino de Dios, y hacerlo con confianza de que Dios bendecirá nuestra generosidad. Como lo enseña la Escritura: “El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.” (2 Cor 9:6).
Le estoy pidiendo específicamente que haga dos cosas:
Ore. Pregunte a Dios: ¿Con cuánto puedo comprometerme a contribuir semanalmente, mensualmente o anualmente?
Haga un compromiso, de preferencia una deducción automática de su cuenta bancaria o tarjeta de crédito.
Creo que Dios está haciendo de Holy Family un ejemplo para hacer nuestra iglesia más grande y a nuestra comunidad “en una fe que transforma la vida”, se están logrando grandes cosas. Este trabajo no es fácil; frecuentemente las más grandes bendiciones son las que más nos cuestan. Así es como trabaja el amor de Dios.
Sinceramente,
P. Bob
Párroco